Imagen de Juan Peirano
Autor: @enfoque_r
Por Antonella Valverde
Desde el corazón de Concón, la banda Circo Delik sigue expandiendo su propuesta musical en la Quinta Región y proyecta un futuro más allá del rock. Juan Peirano, vocalista y bajista, cuenta en exclusiva los nuevos caminos que se abren para el grupo.
Entre la academia y el escenario
Juan Peirano es estudiante de música en la Facultad de Artes de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), y aunque su formación académica le exige tiempo, su energía creativa se canaliza en Circo Delik , banda que lidera como vocalista y bajista. Formados en 2017, y con un disco ya lanzado, el grupo apunta alto: una expansión nacional y una evolución sonora sin etiquetas.
“En mis tiempos libres me dedico a ser músico con la banda. Tocar es parte de mi vida, especialmente en Viña y Concón, que es nuestra casa”, comenta.
Disparate y lo que viene: un nuevo rumbo
Circo Delik lanzó su álbum debut Disparate(s) en diciembre de 2024, tras seis años de trabajo. Hoy siguen promocionándolo, pero ya piensan en un segundo disco, esta vez con un giro hacia el pop y elementos electrónicos.
“Tenemos la idea de un segundo álbum con un sonido más limpio, alejado del rock más crudo, quizás con cajas de ritmo y sintetizadores”, dice Juan.
“No se trata de abandonar el rock, pero sí de explorar nuevas sonoridades. Siempre nos ha gustado el pop”.
Tocatas, sueños y expansión
El deseo de la banda es salir de la región y recorrer otras ciudades de Chile. Aunque tocar en Santiago es necesario por su centralismo cultural, según indicó el bajista, el anhelo está en otros territorios:
“A mí me encantaría tocar en Concepción, estoy loco por ir allá. Y también en La Serena, Talca… incluso sueño con Punta Arenas. No es a corto plazo, pero hay mucho amor por esos lugares”, comenta.

Banda Circo Delik
Evolución musical: del rock al pop…
Aunque Circo Delik se mueve con soltura dentro del rock alternativo, incorporando elementos del pop rock, garage e indie, Juan Peirano tiene ambiciones sonoras que van más allá. The Stone Roses, My Bloody Valentine, Slowdive y hasta íconos como Stevie Wonder y Bob Dylan figuran entre sus influencias personales, las que espera explorar en un futuro proyecto con la banda.
“Yo compongo mucho con guitarra acústica. Me gusta el folk, soy fan de Elliott Smith y Dylan. Me encantaría llevar eso a la banda. Si no se da, lo haré como solista, pero es un sueño personal”, confiesa el bajista y vocalista.
En ese mismo camino, Peirano proyecta un segundo disco que se aleje parcialmente del rock más tradicional, buscando nuevos territorios sonoros:
“Las ideas están claras para hacer un segundo disco con la banda, un disco más orientado, más al ámbito del pop, un sonido más limpio, un poco más alejándose más del rock e implementando más sonidos más electrónicos quizás. Hay mucho que ver por ahí todavía. A corto plazo no lo veo cerca del disco, pero se viene con ello”.
Circo Delik a diez años: la consagración como meta
Con casi una década de historia , Juan proyecta un futuro ambicioso y cohesionado para Circo Delik, especialmente ahora que la mayoría de los integrantes se aproxima al cierre de su etapa universitaria.

“Los chiquillos están terminando sus carreras, pero ninguno ha perdido la vocación por la banda. Si me preguntas a mí, ojalá una consagración más con un público bien definido, que haya gente que vaya como casi que religiosamente a vernos, y sobre todo estar expandiéndose más, lo que sueña creo que cualquier banda chilena como expandirse a México, Argentina”, señala.
Ese deseo de crecer va de la mano con una aspiración colectiva de consolidación artística:
“Todo eso yo creo que es sueño de cada uno, pero en general creo que lo que todos soñamos la banda es como consagración por la banda, que haya un estándar y que no tengamos complejos de seguir luchando por subir, o sea, que se siga subiendo, no hay problema, pero que haya una consagración”.
Circo Delik no quiere encasillarse, y Juan lo deja claro: no se trata solo de hacer música, sino de construir una identidad sonora libre, madura y en movimiento. Desde Concón al país, y del rock al pop, la banda está lista para su próximo salto.