Entienda que es la economía circular y su relación con la moda

Por Álefe Nícolas dos Santos de Carvalho

Paradigma económico que ha generado cambios culturales y políticos en países occidentales, la economía circular propone una nueva mirada a nuestra relación con el capitalismo.

En un mundo dónde el impacto del ser humano y sus modelos de desarrollo económico está causando daños irreversibles al medioambiente, ¿no te parece imperativo que se encuentren otras maneras más ecológicas de vivir y coexistir cómo sociedad?

En este sentido, la economía circular se ha destacado como una alternativa viable para los modelos de economía del pasado, altamente dependientes del consumo exagerado y de la polución. Para comprender mejor qué es la economía circular y cómo esta se relaciona con nuestros hábitos de consumo (¡y hasta con la ropa que utilizamos!), hablamos con Fernando Rivas, periodista e historiador que se dedica a los temas de cambio climático y economía circular.

¿Qué es, de acuerdo con su definición, la economía circular?

R: La economía circular es una nueva etapa del desarrollo de la economía, particularmente de la economía capitalista, en el sentido de que se empieza a preocupar por la naturaleza, ya no solamente de producir o de generar bienes. Es decir, la naturaleza pasa a jugar un rol tremendamente importante en el sentido de que ella es la que nos preserva el medio ambiente, la que nos permite seguir existiendo en las circunstancias que hemos tenido siempre. Me refiero a las condiciones, o sea, a la habitabilidad del planeta.

Porque, de otro modo, si no hay una economía que fuera circular, se empiezan a explotar los recursos naturales de forma indiscriminada, y eso es riqueza para hoy, pero pobreza para mañana. En ese sentido, la economía circular ha venido a dar oxígeno al sistema de las economías occidentales y proteger el medio ambiente.

En términos prácticos, ¿cómo las ideas de la economía circular se están presentando en las economías occidentales?

R: Bueno, la idea es que los ciudadanos den un uso permanente a los recursos. Esto es de modo tal de que se puedan reciclar, se puedan reparar, se puedan reusar. Hay como siete R’s que tienen que ver con esto de que se puedan dar un segundo o un tercer uso a las prendas de vestir, a los utensilios que tenemos en la casa, a los envases que usamos para contener los distintos productos. De modo tal de que eso pueda generar una segunda oportunidad y no haya que entrar a explotar más la naturaleza.

En ese sentido, los materiales de que disponemos, de que usamos, la idea es que los podamos reciclar. En particular, se hace necesaria la separación de los desechos, de la basura particularmente, de modo tal de que esos desechos sean clasificados y se puedan recuperar para el uso nuevamente de los seres humanos. Es importante recalcar la necesidad de contar con puntos limpios que permitan ese reciclaje, y eso significa necesariamente un cambio en los patrones de consumo que tenemos. 

Un cambio en los patrones de consumo requiere de un pensamiento permanente en cuanto al reciclaje de los productos, tener en cuenta que tenemos que planificar nuestro consumo para que haya menos basura. La basura está considerada [para la economía circular] un error de diseño en la planificación del uso de un producto.  Y eso requiere una planificación, una forma de pensar que es nueva, que es distinta y a la cual estamos accediendo en estos tiempos, y una forma de pensar que es controversial, porque en el occidente, la calidad de vida es un sinónimo del consumo desenfrenado, pero eso está cambiando.

Yo creo que en Europa ya, por ejemplo, hay países en los cuales esta situación de consumo desenfrenado está siendo relativizada. Estoy hablando de los países del norte de Europa. Ellos están hace mucho tiempo ya en el tema de la separación, en la organización de la basura y están en una actitud de uso de transporte eléctrico. En Europa va más avanzado y nosotros recién estamos haciendo conciencia de este tema.  

Este cambio, además de un cambio cultural, también involucra políticas públicas.

R: Sí, claro. El Estado debiera ser un promotor de todo esto y lo está haciendo. Porque se ha dictado en Chile  una ley red que tiene que ver con el tema del medio ambiente y el cuidado del medio ambiente para todo lo que son las industrias y las pymes. De modo tal que se sumen a este cuidado de la naturaleza, y cada vez se está haciendo más conciencia al respecto. 

A mí me llamó la atención en Chile que esta teoría la ha asumido el retail. Las empresas como Falabella, Amazon, París, sobre todo, están tratando de instalar esta conciencia entre sus clientes, lo cual es bastante interesante. Ahora hay que poner atención y hay que cuidarse de que no caigan en el greenwashing, que sea esto una especie de propaganda exclusivamente, y no haya un cambio de fondo en las políticas de producción de estas empresas.

Además de efectos en el medio ambiente, ¿la economía circular también plantea una forma más humana de consumo?

R: Sí, claro. La economía circular es todo un cambio, como tú dijiste, un cambio cultural, y efectivamente apunta hacia una microeconomía. Apunta hacia una economía que sea más amistosa y más amigable con la naturaleza, y eso pasa por el cambio de las conciencias. Entonces lo que hay es una demanda al ser humano de generar condiciones de amistad con la naturaleza, de armonía con la naturaleza. Y eso pasa por un cambio no solamente de las acciones, sino que el corazón del hombre. Porque ahí está y radica esta nueva economía.

Bueno, y para la industria textil, imagino que la economía verde sea una revolución, se puede decir.

R: Sí, claro. Es una revolución porque, en el fondo, plantea regular la producción de ropa. Y además cambia los criterios de producción y termina con la ropa desechable. Lo que se promueve es ropa más durable y que pueda persistir durante el año. Esto se ve favorecido actualmente con que tenemos, básicamente, las estaciones [del año] se  han reducido a dos.  Verano e invierno. De modo tal que esto facilita que se pueda usar una sola ropa.

La fabricación de ropa es una actividad muy contaminante. Sobre todo de los jeans, por ejemplo, que es lo que más se ha estudiado. Se requiere mucha agua para poder fabricar esa ropa, y además se usan muchas anilinas y productos químicos que son altamente contaminantes. Entonces lo que hay que hacer justamente es reciclar la ropa, darle más de uno uso. O cuando ya esté gastada, hacer mejoras o reparaciones que le permita a la persona volver a usarla.

¿Crees que la economía circular es capaz de tal vez impedir o disminuir el cambio climático?

R: Bueno, yo creo que efectivamente, claro, la economía circular nace con una percepción de que los ecosistemas están en situación de cambio y que ese cambio podría no ser favorable al ser humano. Y esto tiene que ver con el cambio climático. Entonces, la economía circular, si bien es una respuesta de la economía a la naturaleza, también es una respuesta a este condicionamiento que se da con el clima, que es el principal problema que tiene la humanidad en este momento. Entonces, efectivamente, la economía circular viene a responder a esta explosión y a ofrecer condiciones, como podríamos decir, de complementariedad del ser humano con la naturaleza, de resguardo de la naturaleza y de contención del cambio climático.

Podemos ver que de algún modo se genera otra competencia en la economía circular, que es la innovación.  Mientras más innovador tu producto, más tienes oportunidades de tener éxito dentro de lo que es la economía circular.  Pero al final eso también provoca una contradicción.

R: Yo creo que eso, la innovación, claro, puede conllevar la generación de nuevos productos y productos que sean contaminantes. Pero yo creo que, en el fondo, a lo que apunta la economía circular es a una planificación. De modo tal de que haya una visualización, no solamente del uso y de la generación del producto, sino que ahora se vea también y se planifique con anticipación cuándo ya deja de ser usado, qué pasa con él y de qué forma puede ser reincorporado al sistema de uso de las personas.bDe modo tal de que esa planificación contrarresta, podríamos decir, este posible daño de la innovación. Coloca la innovación en un ámbito necesariamente sostenible. Si no, la innovación deja de tener sentido. 

Pero, te lo reitero, en la economía circular el elemento de planificación también es súper relevante y no solamente la innovación. Yo creo que la innovación se ve supeditada a esta planificación y ella permite prever que no se genere basura, sino que los productos sean reutilizados. O sea, que las empresas se hagan cargo de lo que están produciendo y vendiendo. 

Yo creo que también ahí hay toda una área que tiene que ser considerada y de hecho lo está haciendo. Estoy pensando en CODELCO, por ejemplo, que está en sus distintas divisiones introduciendo cambios importantes en la producción de cobre en Chile.  De hecho, ustedes saben que están instalando desaladoras, ¿no? Que bueno, esto es un tema, la desaladora en sí porque también estaría generando contaminación, pero no estaríamos usando el agua dulce que sirve para el consumo de las personas, sino que estaríamos usando el agua del mar para producir estos tipos de minerales. La desaladora sí, reitero, es un tema controversial por cuanto son dispositivos de producción del sistema minero que igual tienen un grado de contaminación. Eso es importante. ¿Qué pasa con la sal que se genera en esas desaladoras?¿A dónde va a parar? Entonces, ahí hay un tema que hay que investigar y respecto al cual hay que tener claridad. Pero originalmente ya están pensadas para hacer un bien respecto de la naturaleza y del agua que efectivamente podemos consumir no se ve sumado. Así que reitero, no es solamente el sector privado esta preocupación, sino que también el sector público.

Profesor, en el tema de la planificación, ¿qué temas se debiesen abordar en la planificación como tal? ¿Cuáles son los puntos más relevantes?

R: Bueno, yo creo que lo más importante es lo que ya te señalé hace un rato, el hecho de que en la planificación hay que pensar qué se va a hacer cuando el producto ya no pueda seguir siendo usado. Y en ese sentido, la norma o lo que se ha llegado a un consenso, una especie de slogan también que se ha señalado, pero que tiene mucho efecto, es que si hay mucha basura, eso es una falta en el diseño del producto. Y, por lo tanto, hay que tener cuidado con ese tipo de productos. Y la obligación de quienes implementan una empresa o desarrollan una actividad productiva es que haya la menor basura posible.  

Entonces, yo diría que la planificación requiere fundamentalmente de eso. Y, bueno, también establecer cuáles son los puntos o las etapas en que va a ir pasando ese producto de modo tal de que no sea botado o no sea desechado. Yo creo que hay que tener claro cuándo el producto ingresa al uso, cuánto tiempo se desarrolla, que no se convierta en basura y que pueda ser nuevamente reciclado. Son las etapas, digamos, de la economía circular.

Lo último, profesor. ¿Qué opina al respecto de que existan vertederos o basureros grandes

pero que, de algún modo, la reutilización de alguna forma u otra igual llega a este vertedero?

R:  Sí, los vertederos en realidad son un caso dramático respecto de contaminación en las ciudades y además que los vertederos con el paso del tiempo se han acercado mucho a las ciudades o las ciudades se han acercado mucho a esos vertederos y en algunos casos quedan ya dentro del área urbana. En ese sentido, los vertederos son un foco de contaminación terrible y que hay que contener y que hay que reducir al máximo.

Ahora, quienes hacen uso de esa basura y las reciclas están contribuyendo a la preservación de la naturaleza y en ese sentido es favorable y es conveniente que haya empresas que se dediquen a la producción de gas, por ejemplo, al tener esos residuos, o que los mismos residuos puedan ser reciclados, por ejemplo, todo lo que tiene que ver con los desechos de hoja de lata, de metales que pueden ser utilizados por segunda o tercera vez. En ese sentido, mientras mayor manejo haya de esos vertederos, mejor. En el sentido de eliminarlos y evitar que se produzcan y respecto a los que ya están instalados, de que su basura pueda ser reciclada.

¿Hay algo que le gustaría añadir, profesor?

R:  Me gustaría en esto de la economía circular dar un paso más y pensar en lo que viene. La economía circular es lo que se está dando en este momento y ya se van avanzando las distintas economías. En Chile hay una discusión muy grande  respecto del medio ambiente en la economía porque hay muchas voces que plantean un cambio drástico de la economía y hay quienes plantean una convivencia entre la producción y el medio ambiente. Y en eso está la discusión.

Pero a mí me queda la duda de hacia dónde vamos, debemos pensar qué vamos a encontrar más allá de la economía circular. Y yo creo que en nuestros países debiéramos hacer un mayor esfuerzo en esa línea. Como para, en definitiva, enfrentar lo que va pasando con el desarrollo y la relación que hay con la naturaleza.

Tenemos que preservar los ecosistemas, yo creo que ese es un punto importante. Y tener más claridad de cómo están conformados los ecosistemas y cómo funcionan los ecosistemas, cuáles son las actividades que nos permiten estar en estado de equilibrio y cuáles son las actividades que nos ajustan a esos ecosistemas, y también aquellas que generan una homeostasis, es decir, una permanencia de los ecosistemas en estado latente, pero activo, vivo. Yo creo que esos son temas que cada vez  se van haciendo más presentes. Cómo preservamos la vida, en definitiva. Y eso es fundamental.

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