Fuente: Women’s Health
Por Patricia Geldez, Camilo Oyarzún y Constanza Pérez.
Cada vez más personas están convirtiendo sus rutinas de aseo en verdaderos workouts improvisados, donde la música, el movimiento y la diversión se mezclan con el olor a desinfectante. Aquí es donde se da origen al mundo del entrenamiento incidental, donde bailar con la escoba es más efectivo de lo que crees.
Lo que antes era una obligación hogareña, hoy se transforma en una excusa perfecta para moverse, liberar energía y hasta mejorar el ánimo. Basta con prender la música, tomar la escoba como micrófono y dejarse llevar por el ritmo. Aunque no lo parezca, esos movimientos que haces mientras sacudes muebles o trapeas pueden activar tus músculos de forma similar a una clase de baile o una caminata rápida.
Además, esta tendencia responde a una necesidad real: buscar formas de mantenerse activo en medio de jornadas cada vez más sedentarias, especialmente para quienes trabajan desde casa o no disfrutan del gimnasio. El aseo con ritmo se convierte así en una alternativa accesible, divertida y funcional para incorporar el movimiento a la vida diaria sin que se sienta como un castigo.
TikTok lo confirma: el #CleaningWorkout llegó para quedarse
En TikTok, la tendencia se hizo viral bajo el hashtag #CleaningWorkout, donde miles de personas muestran cómo convierten el aseo en cardio. Desde pasos de salsa mientras trapean hasta sentadillas con el recogedor en mano, el movimiento suma, y mucho.
La comunidad virtual ha encontrado en este formato una forma de compartir su rutina doméstica con humor, energía y creatividad. Incluso hay perfiles dedicados exclusivamente a subir coreografías de limpieza, con recomendaciones de canciones, movimientos específicos para cada zona de la casa y desafíos semanales. El concepto de “entrenar sin entrenar” se vuelve contagioso, y cada día se suman más personas.
Algunas personas incluso aseguran que esta práctica ha mejorado su relación con las tareas domésticas, al punto de esperarlas como un momento de desconexión. “Antes odiaba limpiar, ahora es mi forma de soltar el estrés del día”, se lee en los comentarios de muchos de estos videos. La limpieza deja de ser una carga, y se transforma en una forma de autocuidado.
Y aunque parezca una moda pasajera, lo cierto es que tiene respaldo. Diversos estudios realizados por las Universidades de Sidney y Oxford coinciden en que el ejercicio leve pero constante, como el que se logra al limpiar con energía, tiene beneficios reales para la salud cardiovascular, la movilidad articular y el bienestar emocional. Así que la próxima vez que tomes la escoba, recuerda: no solo estás quitando el polvo, también estás cuidando tu cuerpo y tu mente.

Fuente: Centro Intelecto
Ya no se trata de pasar horas en el gimnasio o seguir rutinas estrictas, sino de incorporar el movimiento al ritmo propio de cada persona y su cotidianidad. Y si además hay música, risa y la satisfacción de dejar la casa limpia, mejor aún.
Bailar o moverte mientras haces el aseo no solo mejora tu salud física, sino también tu estado de ánimo. Moverse al ritmo de tu playlist favorita libera endorfinas, reduce el estrés y convierte una obligación en un momento divertido. Además, es una práctica inclusiva: no importa la edad, el cuerpo ni el nivel de condición física. Lo importante es moverse, disfrutar y hacer del hogar un espacio activo, alegre y consciente. Porque a veces, el primer paso para cuidarse comienza con una canción… y una escoba.