Moda con identidad: Una mirada a los diseñadores latinoamericanos que marcan tendencia

Imagen: Vogue méxico

Por Fernanda Barja

En una industria que durante décadas privilegió los mismos centros de las tendencias como París, Nueva York y Milán, la moda latinoamericana está abriéndose paso. Ya no se trata de ser «la promesa exótica» o «el nuevo talento emergente» ya que hoy, diseñadores de la región están imponiendo una narrativa propia que no busca imitar, sino expresar. Y lo están logrando desde sus raíces, sus territorios y su mirada del mundo.

En ese contexto, la identidad dejó de ser un adorno para convertirse en motor creativo. Lo ancestral, lo artesanal y lo local ya no son elementos decorativos, sino discursos. La moda latinoamericana actual es política, estética y emocional. Y el mundo está empezando a escuchar.

Moda con raíces

En México, la diseñadora Carla Fernández ha hecho de la moda una forma de activismo cultural. Su enfoque se basa en rescatar y reinterpretar técnicas indígenas de confección, como el telar de cintura o el patronaje geométrico tradicional, evitando el corte de tela para no generar residuos. Sus prendas tienen formas limpias, cortes amplios y una paleta que va del negro al magenta, del blanco al rojo intenso. Trabaja directamente con comunidades zapotecas, mixtecas y mayas, asegurando un intercambio justo y horizontal, donde cada prenda narra una historia compartida.

Imagen: CarlaFernandez.com 

Desde Perú, Meche Correa ha sabido transformar elementos tradicionales en piezas de alta moda. Collares inspirados en las diademas incas, bordados con motivos de la iconografía precolombina y capas que reinterpretan la silueta de los trajes típicos, componen un universo visual cargado de identidad. Sus colecciones, muchas veces realizadas a mano por artesanas locales, combinan lo ceremonial con lo urbano.

Imagen: Revista Cosas

De local a lo internacional

Desde Colombia, Johanna Ortiz ha logrado lo que pocos: conquistar el mercado del lujo global sin perder sus raíces. Sus vestidos con volantes, estampados tropicales, cortes envolventes y tejidos frescos evocan la sensualidad del Caribe. Ortiz ha vestido a personajes como Michelle Obama, Meghan Markle y su éxito en plataformas como Moda Operandi o Net-a-Porter demuestra que lo latino puede ser sinónimo de elegancia y sofisticación internacional. 

 Imagen: Johannaortiz.com

Argentina también aporta figuras como Jessica Trosman y Vero Ivaldi, diseñadoras que desde Buenos Aires han creado un lenguaje experimental que desafía la forma y el uso de los materiales. Su éxito no es solo comercial, sino conceptual ya que son parte de una generación que entendió que lo artesanal puede ser también vanguardia.

Imagen: JessicaTrosman.studio – Vero Ivaldi
Más que tendencia: una nueva forma de habitar la moda

El auge de estos diseñadores no es casual. En tiempos de crisis climática, saturación de productos y necesidad de nuevos relatos, la moda necesita sentido. Y América Latina tiene de sobra. Aquí, las prendas no nacen de laboratorios creativos aislados, sino de historias familiares, luchas territoriales, herencias textiles y sensibilidad comunitaria.

La visibilidad que muchos de estos nombres están ganando en ferias como Latin American Fashion Summit, o plataformas como Not Just a Label, responde a una búsqueda global en la cual queremos vestirnos con lo que nos emociona, nos representa y nos conecta.

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