Estudiar y Entrenar: un ejemplo del desafío de los universitarios por una vida saludable

Por Javier Córdova

Según un estudio de la universidad San Sebastián, el 61% de los estudiantes universitarios no realizan deporte durante este periodo. Independientemente de la estadística, muchos de nosotros nos debemos sentir igual, limitados por el tiempo que le dedicamos al estudio, forzados a dejar de cuidar nuestra alimentación y despreocupar nuestros cuerpos. Nosotros les enseñaremos aquí en Encuentro V un ejemplo real de un estudiante que supo, a pesar de estas limitaciones, motivarse para salir de estos impedimentos y cumplir sus metas.

El domingo 6 de abril, en el marco del Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, se realizó la media maratón de Viña del Mar con más de 6.500 participantes, entre ellos Tomás Araya, estudiante de periodismo de la PUCV, quien desde noviembre se motivó a adoptar una vida más saludable, compatibilizando sus estudios en Curauma con el deporte pese a sus limitaciones como estudiante.

¿Cómo te preparaste para esta maratón? 

La verdad, todo partió porque en noviembre vi una publicación, me dieron ganas de correr otra vez una maratón. Así que me empecé a preparar desde entonces y fui de a poco aumentando. Por ejemplo, en cuanto hice dos kilómetros, después en dos semanas más, corría tres y así iba subiendo gradualmente. Y hasta el día de la maratón en donde hice 5 kilómetros en 37 minutos y lo siento como un logro de mi esfuerzo. 

¿Sientes que la universidad o los estudios te limitan en el deporte?

 La verdad es que sí siento que los estudios limitan en cuanto a deporte, porque hay veces que todos los que estudiamos, entramos a las 8 de la mañana y recién salimos a las 5 y llegamos a las 7 de la tarde. Entonces yo creo que el cansancio se va acumulando y no te dan ni ganas de salir de la casa a hacer deporte y más sumarle que hay ramos que tienes que dedicarle un poco más de tiempo si te cuesta, o tienes que preparar algunos materiales, entonces yo creo la universidad te deja poco espacio para enfocarte en ti, en lo que sería deporte. 

¿Qué te aporta según tú el deporte o este tipo de actividades, siendo estudiante en tu día a día?

 En mi día a día me aporta mucho, primero porque el deporte y este tipo de actividades me llaman a no estar encerrado dentro de mi comodidad. De hecho, corro esto para no estar en mi zona de confort. Esto me aporta un poco más de seguridad en mi cabeza, de que puedo hacer las cosas solo. Y esto me sirve tanto para mi vida como para el estudio, de que siempre todo lo que me proponga lo puedo hacer.

¿Qué le dirías a alguien que siente que no tiene espacio para hacer ejercicio por la universidad o por cualquier motivo?

 Yo creo que cada uno se tiene que buscar el tiempo que pueda y el tiempo que tiene conveniente porque al final del día, creo que, si uno siempre va con una mentalidad de que no tiene tiempo, no quiere hacer las cosas y nunca las va a terminar haciendo y si uno se propone las cosas que uno quiere hacer las va a terminar haciendo. Lo principal siempre es primero empezar, después viene el resto.

Tomás no es un atleta profesional ni un influencer del fitness. Es, simplemente, un estudiante más que decidió empezar. Su historia no busca generar culpa, sino mostrar que, a veces, dar un pequeño paso basta para cambiar el rumbo. experiencias como la suya nos recuerdan que el bienestar físico y mental no son lujos, sino necesidades que también deben tener espacio en la vida universitaria.

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